jueves, 6 de mayo de 2010

Tu amistad

Los árboles empezaron a llorar sus hojas y poco a poco entraban en un profundo sueño, lentamente se iban escondiendo en aquel rincón del alejado del calor veraniego.

El invierno ya se podía escuchar en el viento, se podía oler en las noches con misterio. Yo ya lo sentía en mi pecho y las sonrisas iban y venían como el sol en el cielo. Solo quedaba caminar, deambular para encontrar un trocito de techo que me resguardarse del aire que enredaba mi pelo.

Y allí estabas tú, siempre incondicional y permanente conmigo, como un destello entorpeciste mi paso, dando luz a la oscuridad del recuerdo, lo que estaban viendo mis ojos no podía ser cierto.

Decidí compartir contigo una página de mi cuento, te quería dar las gracias por llamarme de nuevo, por haberme regalado ese bonito encuentro, aun sin saberlo, no sé, quizás seas tú ese trocito de techo que cobija y protege… del frío invierno.





2 comentarios:

  1. Brutal Isabel, destila sentimiento por los 4 costados. ole ole y ole.

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  2. Hola; realmente esta muy lindo... hay personas que se transforman en importantes para nosotros, que son capaces de espantar los miedos y el frío con un abrazo... besos!!!

    Haber si con un abrazo me espantan este frío, de grados bajo 0 que tengo.

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