Luis acaba de almorzar y se dispone a darse un baño en su piscina como cada tarde de este caluroso mes de agosto. Hoy ha comido demasiado pero eso nunca fue un impedimento. Tras un almuerzo formado por ensaladilla rusa de entrante, potaje de garbanzos de primero, filete con patatas de segundo y un buen trozo de brazo de gitano de postre, se dirige a la piscina y se prepara para introducir el pie en el primer escalón. Sin embargo algo llama su atención. A lo lejos, una sombra le observa atentamente. Tras frotarse los ojos y sufrir un gran escalofrío comprueba que se trata de la tenebrosa representación de “La Muerte”, es decir, una figura fantasmagórica envuelta en una capa negra y con una gran guadaña sobre su mano derecha. Asustado saca el pié del agua e intenta alejarse como alma que lleva el diablo.
MUERTE: Eh, tú tú ¿Dónde crees que vas?
LUIS: Eh, yo, estooo, verás, ¿qué?
M: ¿Ibas a darte un baño no? pues venga
L: He cambiado de opinión, creo que me voy a dormir la siesta
M: Ah, pero no puedes hacer eso
L: ¿No? ¿Y por qué no?
M: Pues está bien claro, ¿no me ves? ¿no sabes quien soy?
L: Me hago una idea, ¿no ves la mancha de mi pantalón?
M: Pues venga, acaba ya que no tengo todo el día.
L: A ver si nos entendemos. He de suponer que hoy no es Halloween, que realmente eres La Muerte y que estás aquí para recogerme porque acabo de morir ¿pero de qué?
M: ¿De qué va a ser? ¿A ti no te dijo tu madre que había que hacer 2 horas de digestión? Sería la única. No me hagas decirte lo que te has metido en el almuerzo. Debería darte vergüenza con ese barrigón que tienes.
L: Todo eso está muy bien, pero ¡coño, es que no me he metido en el agua!
M: Bueno, eso es un tecnicismo, te ibas a dar tu baño de todos los días.
L: ¡Y un carajo un tecnicismo!, no hay contacto con el agua, no hay corte de digestión, no me muero. Está muy claro.
M: Pero no te has metido porque me has visto a mí.
L: Ah, amigo, pues haber aparecido a tu hora. ¿A qué vienen tantas prisas?
M: Como se nota que no has viajado nunca de una dimensión a otra. No sabes lo difícil que se hace ser puntual.
L: Oye, que yo trabajo en el centro. No puede ser muy diferente.
M: No me hagas esto hombre, métete ya en la piscina, ¿qué te cuesta?. Mira que me buscas un problema. Que soy agente sustituto.
L: ¿Cómo? ¿Que me muero y ni siquiera viene La Muerte titular a recogerme? Esto es humillante.
M: Es agosto, todo el mundo tiene derecho a unas vacaciones. Mírate a ti que llevas tocándote los huevos 3 semanas.
L: Bueno tío, pues si te echan lo siento. Tú pierdes tu trabajo pero yo me juego la vida. No hay color. Ahora mismo me vuelvo a mi cama y no me vuelvo a meter en agua aunque el Betis gane la Champions League.
M: Que marrón. Bueno, pero no cuentes nada de esto. Si te pregunta alguien les dices que un familiar tuyo que murió hace tiempo vino a rescatarte. Que viste una luz a lo lejos y todas esas chorradas.
L: Que si, que si, anda vete y no vuelvas hasta que toque. Y que venga La Muerte de verdad.
M: Pues no te mueras en agosto …(Murmura)...gordo gilipollas
(El suplente de La Muerte se aleja lamentándose)
M: Hay que joderse con la clientela, si llegas tarde que vaya horas de llegar, que si ya se han llevado el cuerpo, que no sabían a quien preguntar, que van a poner una hoja de reclamaciones. Si llegas pronto no se quieren morir. No acierto, que ganas tengo de que llegue septiembre.
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