domingo, 10 de julio de 2011

Cuando la ciudad duerme





En las primeras horas del día cuando la ciudad duerme todo está en silencio.
Desde mi casa, consigo oír el ruido de los camiones que pasan por la autovía que se encuentra a kilómetros de distancia, el sonido de la lechuza que todos los veranos viene a visitarme a mi barrio, llega a mis oídos como cada noche y me invita a dormir, pero una vez más me vence el insomnio, hoy, arto de esperar un día más al amanecer pienso en salir a pasear, saber cómo es la ciudad cuando duerme.
Me levanto de la silla en la que me encuentro sentado, me pongo en pie y quedo frente a un espejo que hay en mi cuarto, un joven de estatura media y bastante delgado me devuelve una sombría mirada, y de nuevo me vuelvo a sentar, mi pelo corto y escalonado me hace parecer más mayor de lo que en realidad soy, porque aunque no lo parezca apenas llego a los treinta.
Todo está en calma, todo se oye, el viento, una hoja de un árbol al caer al suelo, la ciudad está en silencio, misteriosa, como si quisiera ocultar algo al verme a mí despierto, que diferente esta cuando es de día, toda la gente caminando de un lado para otro, coches que no paran de pasar, y ruido, mucho ruido, ruido que todos hacemos, sin embargo oigo la noche y la noche escucha mis movimientos desde mi ventana. Veo los coches aparcados uno tras otro, sin apenas espacio entre ellos, al amanecer el asfalto les oirá berrear, los semáforos siguen con su incesante cambio de color, aunque a estas horas no pasa ni un solo vehículo.
Pienso en algún entretenimiento que me lleve en busca del sueño que no encuentro, televisión, lectura, la bola que lanzo contra la pared como si fuese un presidiario, en realidad lo soy de este insomnio, ¿qué puedo hacer para encontrar el sueño que cada noche me abandona antes de llegar?.
Decido seguir mirando por mi ventana, siempre en la misma posición, no hay nada que me sumerja al menos en una cabezada, solo consigo dormir cuando ya es de día y siento cada vez más el cansancio acumulado por estas noches en vela.
Quizás sea la monotonía la causante de este insomnio, pero mi vida no es precisamente una vida agitada, no tengo gente alrededor, quizás debería salir a buscar una nueva vida.

Fernando.

2 comentarios:

  1. Muy bueno el escrito te felicito... logre imaginarme ese escenario.

    PD: Quiza cada cierto tiempo denriamos buscar una nueva vida, o por lo menos algo que le de un toque distinto!

    Saludos a Isa!!

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  2. Estaría bien decir que el autor de la foto soy yo. http://odiseo-odiseo.blogspot.com.es/2009/02/cuando-la-ciudad-duerme.html

    Saludos

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