Sin lugar a
dudas, la crisis económica incentiva la imaginación y las formas tradicionales
de hacer negocio se transforman en acciones mucho más novedosas y Tina Beznec
es el ejemplo perfecto.
La crisis
económica no ha sido benévola con esta neozelandesa de 23 años que llevaba más
de un año en el paro. Ante la falta de oportunidades laborales, a Tina se le ha
ocurrido una idea tan insólita como efectiva; subastar su trasero como soporte
para un tatuaje.
La propia Tina
señala en la subasta las características del tatuaje; no puede ser más grande
de 9x9 centímetros, solo puede estar en uno de los dos cachetes (izquierda o
derecha a elegir por el comprador), el sitio de tatuajes lo elige ella y si el
comprador vive en su misma provincia (o quiere) puede asistir a la sesión que
le dejará el dibujo de por vida.
Además, la
joven aconseja los posibles usos del tatuaje; puede servir para artistas
vanguardistas que quieran mostrar su obra en un soporte nunca visto antes, como
promoción de trabajo y como ¡¡proposición de matrimonio!!...desde luego, la
propia Tina va a tener razón cuando en el propio anuncio afirma que
"podría decirse que estoy loca".
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