Pero como por desgracia ha sucedido en otras ocasiones, el truco corresponde más bien al interés de sus padres por obtener algo de beneficio con un pupilo que, en realidad, resulta más bien «pegajoso».
Así lo titula el portal científico "LiveScience", que atribuye estos dotes de atracción a su grasa corporal, más que a un supuesto y raro magnetismo interno. El bitacorero Javier Peláez, también se hace eco de la farsa en "cuaderno de ciencias" y comenta que la piel humana, a través del sudor, segrega sustancias pegajosas y aceites dérmicos. Evidentemente, no todas las pieles son igual de pegajosas, algunas lo son más que otras, como en el caso de este niño serbio que también atrae cucharas de palo con su cuerpo.
Por supuesto. el vídeo se ha convertido en un auténtico viral que ha despertado el interés de millones de internautas en todo el mundo y ha despistado a no pocos medios, entre ellos, la prestigiosa cadena MSNBC o «The Daily Mail».
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