miércoles, 22 de junio de 2011

Poema: El hombre más afortunado del mundo

Es tu mujer y amas su boca y amas su atmósfera 
pero también amas su labio 
como la cresta de un fósforo 
que enciendes

fácilmente,
con el mismo pulso de un arco tensado.


Cuando esto ocurre; 
es como viajar en la frecuencia de una radio
En el impulso fulminante 
de una chispa
eléctrica y pastoral
Es tu mujer y amas su boca y amas su atmósfera
pero también amas su cuerpo
como la nuez dulce de una cáscara
que la protege  

fuertemente,
en la cóncava de tus manos.

Cuando esto ocurre es
como viajar en el agua de una embocadura
En el camino arterial
de su cuerpo
tenue y delgado
Es tu mujer y amas su cuerpo y, como olvidarlo,
también amas sus canas y amas sus años 

Aunque anochezca
en la cresta de un fósforo,
o se ablande en 
la cóncava firme de su mano.


Jorge Maseda.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias. Me encanta tu blog. Un abrazo :)

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  2. hola compañeros!
    GRACIAS de nuevo por haber publicado
    uno de mis poemas en vuestro fantástico
    Blog, como siempre, un sueño para mí.

    Abrazos!

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  3. el placer es nuestro, nos alegra mucho ver que alguien quiere participar con nosotros, saludos!!

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